A la búsqueda de un espacio en internet


Bogotá-Occidente y la Odisea del papel


Por: Carlos Fernando Álvarez C.
Hexágono 06
Bogotá

Sobrevivir como medio de comunicación local o comunitario en tiempos de los oligopolios informativos es una tarea titánica, que involucra muchos niveles y riesgos que afectan la labor periodística de narrar y de escribir o reflejar la historia de la cotidianidad ciudadana en la que vivimos como comunidad y sociedades.

Este es el caso de los llamados periódicos comunitarios, más de 50 que sobreviven en Bogotá, pero que cierran, quiebran, renacen, y muchos no pasan del segundo número. Las causas: los elevados costos de impresión, falta de pauta publicitaria, subjetividad política, inexperiencia administrativa y de ventas, como baja calidad en la producción material y de contenidos.

Ahora, en una reunión adelantada a finales de diciembre de 2007, entre 10 de estas experiencias, las que tienen cierta continuidad, la coyuntura en la que están inmersos es el arribo de las nuevas tecnologías y del internet, como la explosión de los blogspots, como una de las nuevas formas de comunicación.

Los periodistas directores y dueños de los periódicos comunitarios, empíricos, aficionados, o profesionales de larga data en el mundo periodístico, o representantes de sectores comerciales que emiten un periódico, como los zapateros del tradicional barrio de Restrepo, en el sur de Bogotá, con su publicación “El Peletero”, reconocen no saber cómo llamar al internet, a los blogs.
Algunos ven una potencial amenaza a su supervivencia, otros los minimizan, y unos más acertados, como una herramienta que puede ayudar a impulsar sus publicaciones impresas.

Así lo indica Nelson González Díaz, dueño y gerente del periódico Bogotá-Occidente, una publicación quincenal que inicia su cuarto año de labores en forma ininterrumpida. (www.bogotaoccidente.com)

Para González, diseñador profesional de medios, y quien trabajó 17 años en el diario económico colombiano La República, aunque la estructura de costos es diferente, del papel, a la web, le apuesta a mejorar el portal que desde hace un año y medio sirve para irradiar las noticias del impreso.

“La diferencia fundamental está en la pauta publicitaria. Mientras en papel existen unos costos que determina el mercado, y que los grandes medios impresos colombianos, como las agencias de publicidad han fijado, dependiendo de lectores y circulación, en la web todo está por inventarse y se cobra lo que se quiere. Hay portales que cobran 5 millones de pesos el aviso por banner o pantallazo (2500 dólares), mientras que otros llegan a cobrar 250 mil pesos colombianos (125 dólares)”.

Además, González reconoce que su portal no tiene la estructura de uno como tal, y busca adentrarse en este mundo para catapultar al impreso.

“Es cierto que los lenguajes son distintos, en el papel y en la web. En la web hay que escribir corto y más preciso, aunque en el papel hay que llegar a eso. De poder, se pueden publicar ladrillos, pero nadie los lee. Además una visión abigarrada del texto, espanta. Por eso queremos llegar más a los jóvenes, con un proceso de cambio, incluso editorial en el que estamos inmersos para captar más lectores, darle más agilidad y actualidad y crecer. El papel es lo que nos garantiza hoy seguir adelante”, afirma.

Diarios como “Desde Abajo”, ahora señalado por el senador Jairo Clopatofsky, de ser un órgano de la guerrilla colombiana, “Zona Décima”, “Ciudad Abierta”, “El Baluarte”, “Siglo XXI”, “La Bagatela”, entre otros, quieren sobrevivir, era el reto, para sus directores-gerentes-periodistas es cambiar la mentalidad de hacia dónde se encamina la forma de hacer periodismo: el mundo web.


El periodismo es uno sólo; la web es sólo una herramienta, de cuyo manejo acertado o no, depende la supervivencia de estos medios comunitarios, que salvo excepciones, cada día pierden más lectores; algo que hasta los grandes medios gráficos, o impresos en papel incluso hoy están experimentando.

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